En Huechuraba, el fútbol empezó como una idea que se convirtió en una forma de vida. Fue Miguel “Chueco” Ponce, ex jugador de Universidad Católica y de la Selección Chilena, quien en el año 2000 dio el primer paso: fundar la Escuela de Fútbol UC Huechuraba.
Con un equipo de profesores, conformado por ex futbolistas y profesionales de las primeras generaciones del INAF, la escuela se propuso un desafío mayor que enseñar a jugar fútbol: formar personas a través del deporte.
Francia Barrios, coordinadora deportiva del proyecto, lo resume con claridad: “UC Huechuraba siempre se ha caracterizado por ser una escuela formativa en donde los valores como el respeto y el compañerismo están por sobre las ganas de competir. Nuestra idea es que vean a otros equipos como sus pares, no como rivales”.
Ese espíritu también se refleja en la relación con los padres: “desde el minuto uno se les informa a los apoderados que el carácter de la escuela es formativa con todo lo que esto conlleva”, subraya la profesora Francia.
Agregando: “eso es para que estén al tanto de los objetivos que tendrán nuestras clases desde el momento en que entran y así no le formen expectativas a sus hijos de algo que no sucederá en nuestra escuela”.
La participación en #LaLigaUSS significó un paso más en su rica historia. El roce con grandes equipos les permitió mirar el fútbol con otros ojos: “Nos cambió la mirada hacia la alta competencia”.
“El hecho de medirnos con grandes equipos, algunos más aguerridos y otros fuertes físicamente, todos con mucho talento, nos ha permitido poder comparar nuestros esquemas de juego, evaluar fortalezas y debilidades, tanto como jugadores, equipo y profesores”, añade Barrios.
Hoy, UC Huechuraba compite en cinco categorías de nuestro certamen. El sello está en que cada niño juega con responsabilidad y respeto, sin dejar de lado la pasión.
“Los niños se han sentido más relajados al momento de enfrentar los partidos, saben sus fortalezas y debilidades, conocen a los equipos más fuertes y los enfrentan concentrados dejando todo en la cancha, pero siempre manteniendo el respeto con los compañeros, con los otros equipos y con el público”, explica la coordinadora.
El trabajo de los profesores busca una identidad común. Más allá de los resultados, el mensaje es claro: crecer siempre.
“Los profesores trabajan como escuela buscando un esquema que caracterice a UC Huechuraba del resto de escuelas, si bien cada uno de los equipos es único, debemos siempre conservar nuestros valores de escuela en cada uno de nuestros niños para que destaquen dentro de la cancha, disfrutando y jugando”, dice la cabeza detrás de la organización de UC Huechuraba.
Y el cierre tiene algo de enseñanza: ganar y perder forman parte del mismo camino. “Para aquellas categorías que han ganado en partidos anteriores esperamos que sigan así, puliendo sus aptitudes, siempre para adelante con buenos resultados, y para quienes no han tenido los resultados que esperaban deben seguir trabajando para mejorar tanto a nivel individual como grupal”.
UC Huechuraba sigue andando su propio trayecto. En cada entrenamiento, en cada jornada de #LaLiga, busca lo mismo que aquella primera vez en el año 2000: que el fútbol sea una escuela de vida.
Fuente: #LALIGAUSS